El tratamiento de FIV (Fertilización In Vitro) es una de las tecnologías de reproducción asistida más exitosas que ofrece la medicina moderna, desarrollada para parejas que no pueden lograr el embarazo de forma natural. La primera aplicación exitosa de FIV se realizó en Inglaterra en 1978, y la primera «bebé probeta», llamada Louise Brown, nació sana. Este hito pasó a la historia de la medicina como un tratamiento avanzado aplicado tras el proceso de investigación de parejas infértiles. Hoy en día, más de 10 millones de bebés en todo el mundo han nacido utilizando este método.

En el método de FIV, los óvulos maduros recolectados de los ovarios de la mujer se fecundan con espermatozoides en un entorno de laboratorio. Los óvulos fecundados se convierten en embriones, y los adecuados se transfieren al útero. El tratamiento consta de varias etapas, que incluyen la administración de medicamentos planificados según el ciclo menstrual de la mujer, la extracción de óvulos (punción folicular u OPU), el cultivo de embriones y la transferencia de embriones. El proceso dura una media de 15 a 20 días.

El tratamiento de FIV se recomienda especialmente en las siguientes situaciones:

• Trompas de Falopio obstruidas o extirpadas

• Infertilidad debida a un factor masculino severo (azoospermia, bajo recuento o motilidad de espermatozoides)

• Disminución de la calidad de los óvulos debido a la edad en mujeres mayores de 35 años

• Enfermedades ginecológicas de factor femenino como la Endometriosis

• Portadores de enfermedades genéticas (en conjunto con PGT – Diagnóstico Genético Preimplantacional)

• Incapacidad para concebir después de 1 año de relaciones sexuales sin protección (infertilidad inexplicable)

Las evaluaciones exhaustivas que se deben realizar antes del proceso de tratamiento se abordan bajo el título de investigación de la pareja infértil. Si todavía existe la posibilidad de embarazo y la situación no requiere FIV, se pueden preferir primero métodos más sencillos, como el tratamiento de inseminación. Sin embargo, si se necesitan técnicas avanzadas de reproducción asistida, se planifica el tratamiento de FIV.

Hoy en día, aunque las tasas de éxito varían según la edad de la mujer y la calidad del embrión, la tasa de nacidos vivos para mujeres menores de 35 años es de alrededor del 40-50%. Por encima de los 40 años, esta tasa desciende al 15-20%. El uso de tecnologías como la congelación de embriones, el cribado genético (PGT-A), la transferencia de blastocistos y la IMSI (Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides Morfológicamente Seleccionados) juega un papel importante en el aumento de las tasas de éxito.

La FIV no es solo un proceso médico; también es un viaje integral para las parejas con aspectos psicológicos, emocionales y sociales. Durante este proceso, especialmente para personas jóvenes o aquellas cuyas futuras posibilidades de tener hijos están en riesgo por razones médicas, también debe considerarse la preservación de la capacidad reproductiva. Este enfoque demuestra que las aplicaciones modernas de FIV se valoran no solo como un tratamiento, sino también como un método preventivo.

Como Prof. Asociado Dr. Cengiz Andan, evalúo a cada pareja que solicita un tratamiento de FIV en mi clínica de Estambul basándome en criterios científicos; creo un plan de tratamiento personalizado, transparente y basado en la confianza. Mi objetivo es asegurar que completen este viaje de manera segura, acompañándolos no solo en su éxito médico, sino también en su proceso emocional.